Cuando iniciamos una nueva relación, todo es novedad. Además, las hormonas que acompañan la respuesta del enamoramiento hace que nuestras ganas de experimentar y nuestro deseo sexual estén por las nubes.
¿De qué hormonas hablas?
Antes de nada, aclaremos que son. Las hormonas son los mensajeros químicos que tiene nuestro cuerpo para que se activen diferentes respuestas en él. Aunque hay muchas más, quiero hablarte de cuatro principales:
- La dopamina es la que nos hace sentir placer y euforia cuando pasamos tiempo con esa nueva persona. Por eso, al inicio es normal tener cierta “necesidad” de compartir más tiempo con ella. Además, cuando sus niveles descienden nos genera cierta tristeza u obsesión. De ahí, que la tengas en tu cabeza de forma constante.
- La serotonina nos hace sentir felicidad simplemente por estar al lado de nuestra pareja. Pero, de nuevo al igual que ocurre con una droga, el cerebro se habitúa a la serotonina y cada vez quiere una dosis más grande. Por eso algunas personas buscan constantemente nuevos amantes o le demandan al actual cada vez más muestras de amor.
- La norapinefrina por su parte, nos da un subidón de adrenalina que a su vez hace el corazón nos lata más fuerte, nuestra presión arterial aumente, nos suden las manos y se enrojezca la cara. Además, hace que nos sintamos tan alegres, efusivos y nerviosos que a veces puede llegar a desactivar las sensaciones de hambre y sueño. Por eso, te quedas hasta las tantas hablando con esa persona, se te olvida comer y te sientes tan contento.
- Y por último, la feniletamina se combina con el resto de compuestos de la química del amor y nos hace sentir increíblemente felices, optimistas y motivados.
Sin embargo, pasado un tiempo toda esta explosión química disminuye. ¿Te imaginas estar permanentemente en este estado? Evidentemente, todo esto, sumado a diferentes factores, también influye a nuestro deseo sexual. Y por diferentes motivos, poco a poco la vida sexual se vuelve más aburrida y repetitiva.
Pero si eres de esas personas que se niega a aceptar eso como lo normal y quieres luchar contra ello. Aquí te propongo varias ideas para no caer en la monotonía sexual:
- Juegos de rol. Puede que sea algo típico pero os aseguro que ayuda mucho a conectar con diferentes facetas tuyas. A su vez, estimula la fantasía algo muy importante para aumentar el deseo. Algunas propuestas: sorprende a tu pareja apareciendo de policía y espósale, en la mesa del salón prepara un pupitre y dale unas clases sobre tus zonas erógenas a tu pareja, personajes de algún videojuego que os guste…Usa todos los complementos que desees para hacer la experiencia más completa.
- Masaje erótico. Los masajes nunca fallan y más si incluimos elementos eróticos. Prepara tu habitación como si fuera una cabina de masaje: pon una toalla sobre la cama, algo de música relajante y unas velas. Ahora coge un buen aceite de masaje y empieza acariciar a tu pareja desde los pies dejando a un lado los genitales y disfrutad de la experiencia.
- Escribe tus propios relatos eróticos y susúrraselos al oído a tu pareja o déjaselo en su mesilla de noche. Anímate a contarle eso que te gustaría probar pero que no te atreves a pedir directamente.
- Recrear vuestra primera cita o primer encuentro, ayuda a conectar con los buenos momentos del inicio, incluso a generar cierto nerviosismo por encontraros con esa persona.
- Adquirir una caja happykiwwi personalizada con vuestros gustos y esperar a que os sorprenda. Estoy convencida de que la espera hará el encuentro mucho más excitante.
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